Quienes somos

Es un grupo constituido por personas que buscamos compartir nuestros procesos de sanación y liberación de la Homosexualidad o AMS (Atracción al mismo Sexo).

Creemos que la homosexualidad es una condición, no una enfermedad, que ha sido producida por una serie de causas en la vida de cada uno. Muchas de ellas responden a heridas afectivo - emocionales y baja autoestima que se han dado a lo largo de la historia personal de cada uno. Por eso creemos que tener un grupo de apoyo es fundamental en el proceso personal de sanación, liberación y reconciliación.

Creemos firmemente que sí existe la sanidad interior y la liberación del AMS. Pero cada proceso es único y complejo porque cada uno es una persona particular. Creemos que Dios es el único que nos puede proveer la restitución total de nuestra masculinidad y feminidad de acuerdo a su diseño original que es la heterosexualidad.

Creemos que Dios va estar siempre de nuestro lado pero que eso, en nada exime la responsabilidad que tenemos de colocar todos los medios a nuestro alcance para trabajar en nuestra sanación, liberación y reconciliación personal con Dios y los demás.

Creemos que Dios puede obrar milagros en nuestras vidas pero que, en su pedagogía amorosa, Él quiere que pongamos lo mejor de nuestra parte. Hubo pues sobreabundancia de panes y de peces, pero sin la humilde cooperación de dos peces y cinco panes no se hubiese dado este portentoso milagro (ver Mateo 14, 13- 21).

Dejar que Dios haga TODO, es una forma errónea de creer en Dios ya que en la tierra nosotros debemos también de trabajar, tomar responsabilidades y decisiones. Ciertamente a un bebé se le da de comer, pero cuando crece él mismo aprende a comer por su propia cuenta. Dios quiere hacer lo mismo con nosotros.

Creemos también que éste es un camino largo y no está exento de debilidades, tentaciones y posibles caídas. Pero creemos firmemente que hay un camino real de sanación que vale la pena recorrer ya que la recompensa es la verdadera paz interior como don de Dios.

Finalmente decirse a sí mismo que estoy determinado a tener AMS el resto de mi vida implicaría: no creer en Dios, vivir en mediocridad, no ser completamente libres y no disfrutar de la abundancia de Dios en la tierra según el plan divino que él tiene para sus hijos queridos.